En fin, hace años decidí poner solución a este dilema con mi modesto mobiliario efímero. Cajas vacías, expositores de cosméticos, muebles antiguos, ... todo vale con tal de reciclar algo que nos pueda servir. En particular yo casi siempre he usado cajas, porque son fáciles de encontrar, y muy versátiles.
No puedo enseñaros cosas anteriores, porque nunca se me había ocurrido fotografiar mis " apaños caseros para no comprar un mueble que necesitaré sólo un año" pero os diré que estos pequeños inventos me han dado buen resultado y cuando ya no los necesitas, ¡No da ninguna pena tirarlos al contenedor azul!
Ahí va:
Estantería para "esas pequeñas cosas" que sin remedio acumulamos y jamás querremos tirar.
El primer paso es conseguir un número de cajas suficiente para lo que necesitamos. En mi caso todas son de zapatos. Como van a soportar poco peso, las pondremos con chinchetas en la pared, pero para mejorar la fijación yo les he puesto cinta de embalar enrrollada, como si fuera de doble cara.
Después hay que ponerlas en la pared, haciendo una composición que nos guste:
Para que el conjunto sea más resistente y no queden huecos, podéis echar un poquito de cola entre las cajas, sujetándolo después con algo que apriete:
Yo le he dado un acabado en blanco y negro, con pintura plástica mate. También se puede usar esmalte o spray, veréis que el cartón se pinta con cualquier cosa. Además, se pueden forrar con tela, papel, la imaginación de cada uno pondrá el toque personal...
Por último hay que ponerle las chinchetas, yo las he dejado en las esquinas. Aprovecho para contaros que las cajas de zapatos tienen sorpresas muy interesantes, como que algunas tienen "ventanas" y otras "puertas":
Bueno, espero que os guste mi "briconsejo" de hoy ;)
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